Holaa!!!! Después de mi ausencia por aquí de la semana pasada ya que estuve mala… Vuelvo de nuevo!! ;)
El post de hoy es sobre maquillaje en concreto del colorete. Espero que os guste.
Muchas de las modelos de pasarela y actrices lucen rostros extremadamente pálidos, pero lo cierto es que la mayoría de las mujeres preferimos un tono algo sonrosado, es sinónimo de salud y normalmente resulta más favorecedor.
Lo primero que tienes que hacer es elegir el tono que mejor te siente. Para saber cual es solo tienes que fijarte en el que más se asemeje al rubor que aparece en tu rostro cuando te sonrojas o cuando acabas de hacer ejercicio. Además debes tener en cuenta el tono natural de tu piel. Si tu piel es clara decántate por un colorete rosa o melocotón, si tu piel es algo rosada opta por un tono burdeos suave, a los rostros pecosos les sienta bien los marrones, beiges y anaranjados y a los rostros mates les favorece un colorete de color albaricoque, coral, marrón rojizo o un poco dorado.
También tienes que tener en cuenta que el colorete sea del mismo tono que el pintalabios.
Las marcas cosméticas te ofrecen coloretes en polvo y en crema. Los primeros son los de siempre y los preferidos por las usuarias y los profesionales. Algunos incluso contienen agentes hidratantes para no resecar. La fórmula de los coloretes en crema es similar a la de los pintalabios, y al ser más compacta que los polvos, tiene la ventaja de ser resistente al agua y al sudor.
Antes de aplicar los polvos con una brocha gruesa o la crema, sonríe exageradamente. Ese gesto realzará una parte de la mejilla, que es donde deberás extender el colorete. Aplícalo con movimientos ascendentes y procura que el producto quede bien difuminado por toda la zona.
Cuando hayas aplicado el colorete, aprieta ligeramente las mejillas con las palmas de las manos o con un pañuelo de papel. Así, el colorete quedará fijado y durará más.
Como maquillarse es un arte, no siempre es fácil lograr un resultado perfecto. A continuación, os pongo alguno de los errores más frecuentes que debemos evitar para lograr un acabado más natural:
Utilizar un colorete demasiado brillante, muy oscuro o muy pálido.
“Dibujar” una línea horizontal sobre las mejillas.
Combinar un colorete en polvo con otro en crema.
Aplicarlo antes de maquillarte los ojos y la boca. El colorete debe unificar e iluminar todo el rostro, por lo que es preciso ver antes el efecto conseguido en otras zonas. Así sabremos si debemos dar más o menos intensidad a las mejillas.
¡Un Saludo!
Ana.