El sol hace que tu piel tome un tono muy favorecedor y el agua de mar la enriquece. Pero si no la cuidas correctamente, todo esto puede volverse en contra, dando lugar a rojeces o eccemas.
Una piel cuidada con cierto esmero tiene menos tendencia a irritarse. Por eso, en los meses de más calor es imprescindible limpiarla e hidratarla con frecuencia y a fondo.
Pero además debes exfoliarte un par de veces por semana con productos que no resulten agresivos, para que la dermis gane brillo y se renueve, Y aún tienes otra opción para mantener la piel perfectamente cuidada, las mascarillas corporales, eliminan impurezas eficazmente.
Para prevenir los posibles daños en tu piel puede sufrir en verano, debes conocer los factores susceptibles de agredirla que son:
- El Sol: Ya sabes cómo protegerte de él, pero alguna en ocasión puedes notar que no sólo causa quemaduras o rojeces, sino también pequeños eccemas, descamaciones y perdida de brillo y elasticidad. Si te ocurre tras exponerte sólo un rato, colócate a la sombra, porque podría tratarse de una alergia. Pero también puede influir que estés tomando medicaméntos ( antiinflamatorios, anticonceptivos orales, antidepresivos, antibióticos...), o la simple y habitual costumbre de ponerte una colonia o una crema hidratante antes de la exposición.
En cualquier caso, si tu piel se irrita, dúchate con agua fresca y aplicaté crema para después del sol.
La arena refleja la radiación solar, así que, aún estando bajo la sombrilla, no dejes de aplicarte protección. Recuerda también que a mayor altitud, mayor exposición solar, así que debes de ser igual de prudente si estas en la montaña.
- El Agua: Si bien el cloro que contiene las piscinas reseca la piel y el pelo y no aporta nada bueno, el agua del mar es muy beneficiosa para la piel, ya que ayuda a cicatrizar heridas, cura granos y eccemas, y aporta un dosis extra de nutrientes para el cuerpo. Sin embargo, estos beneficios desaparecen si permaneces en ella mucho tiempo. Lo ideal es que, después del baño (en playa o piscina), te duches con agua fresca porque, de lo contrario, el salitre podría resecar tu epidermis y enrojecerla. Siempre, después de la ducha, vuelve a ponerte crema solar.
La Arena: Aunque su tacto resulta muy agradable, puede irritarte si, al extender la crema protectora , se mezcla con ella y te exfolia demasiado la piel. La arena también es la causa de lagunas dermatitis irritativas en zonas sensibles y proclives a la sequedad, como los codos. Lo evitarás hidratando abundantemente esas áreas. Además, el roce de la arena y de la sal con la piel puede provocar erupciones en nalgas o brazos. Pero para no sufrirlas basta con mantener una buena higiene e hidratación de estas zonas y no sentarse directamente sobre la arena o en el agua.
- El Sudor: En contacto con la piel, suele causar irritaciones, básicamente en los muslos. Para evitarlo, viste pantalones de algodono de lino; si usas falda, ponte medias de verano y recurre a cremas contra rozaduras.
En la cara, el sudor también puede dejar marcas si tienes el poro pequeño y no limpias el rostro a diario con un producto dermatológico.
- Cambios de temperatura: Los aires acondicionados hacen que el cutis y la piel de los labios se irriten y agrienten. Para evitarlo es preciso, una vez más, que te hidrates, lo que lograrás aplicándote crema a diario y bebiendo agua abundante.
¿Sabíais algunos de los beneficios que tienen? Espero que os haya resultado interesante también este post y me dejes todas vuestras opiniones y dudas también si las tenéis.
Un saludo!
Ana:
muy buenos consejos, una entrada genial.
ResponderEliminarBesitos!
Muchas gracias!! me alegra que te guste! un beso!
EliminarMe gusta tu post
ResponderEliminarte sigo desde ya!
siguemee un besito Guapa!
Muchas gracias!! un beso!!
EliminarOla guapaa me gusta tu post!!
ResponderEliminarbuenos consejos
te sigo desde yaa
besiitos
Bueeen post
ResponderEliminarte sigo desde yaaa
un besoo guapisima
Muchas gracias por la informacion!!! un beso!
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